Los hechos mencionados en el informe de la policía local parecen inofensivos: dos caminantes descubrieron un coche abandonado en el bosque de la Toscana, con la rueda trasera pinchada y las puertas abiertas. Pero un detalle llamó la atención de la policía, que notó las huellas de un intento de fuga y los efectos personales de una madre y su hijo, desaparecidos desde hacía meses. Cuando el adolescente reaparece solo en el valle del infierno, se declara autor de un terrible crimen. Sin embargo, el hipnotizador florentino Pietro Gerber, solicitado ayuda en esta investigación, sospecha que algo más, aún más siniestro, está en el origen del mal. A partir de entonces, los acontecimientos macabros se multiplican y Gerber se ve atrapado en un enigma asesino donde su vida y la del niño se verán seriamente amenazadas.