La mayoría de la gente describiría a Katherine Berger como una chica responsable con un gran corazón, una amiga leal que cuida de sus allegados y poseedora de un perverso sentido del humor. Había algo en ella que la mayoría de la gente no sabía. "Mi nombre es Kat Berger y me encanta el porno". Cuando Kat, de veinticinco años, es arrastrada a una convención pornográfica por su mejor amiga, se siente avergonzada y nerviosa. Lo último que esperaba era conocer a alguien que la hiciera reír como ningún otro. Esta es una historia sobre la aceptación y la amistad, y un amor nacido en los lugares más inesperados.