• EL ORO DE MOSCU Y EL ORO DE BERLIN

    FINANZAS Y EXPOLIO EN TIEMPO DE GUERRA

    MARTIN ACEÑA, PABLO RBA LIBROS Ref. 9788490061848 Altres llibres de la mateixa col·lecció Altra llibres del mateix autor
    La apertura de los archivos de los bancos centrales, sobre todo de Francia y de Inglaterra, además delmaterial desclasificado sobre la Segunda Guerra Mundial en los archivos nacionales de Washington y de otros documentosde los archivos militares soviéticos y del Partido Comunista, permitieron a Mart...
    Ancho: 155 cm Largo: 232 cm Pes: 250 gr
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  • Descripció

    • ISBN : 978-84-9006-184-8
    • Encuadernació : MobilPocket
    • Data d'edició : 01/02/2012
    • Any d'edició : 2012
    • Idioma : ESPANYOL, CASTELLÀ
    • Autors : MARTIN ACEÑA, PABLO
    • Traductors : 0000006530000
    • Ilustradors : / 00000
    • Nª de pàgines : 384
    • Colecció : TEMAS DE ACTUALIDAD
    La apertura de los archivos de los bancos centrales, sobre todo de Francia y de Inglaterra, además del
    material desclasificado sobre la Segunda Guerra Mundial en los archivos nacionales de Washington y de otros documentos
    de los archivos militares soviéticos y del Partido Comunista, permitieron a Martín Aceña seguir la sinuosa pista de
    setecientas toneladas en lingotes de oro y monedas que se vendieron en París y en Moscú durante la Guerra Civil
    española. En la primera parte del libro, el autor nos muestra cómo las autoridades de la Segunda República utilizaron
    las reservas de oro depositadas en el Banco de España para financiar la compra de armamento y materias primas. En la
    segunda parte del libro, nos traslada a la Segunda Guerra Mundial: las autoridades del nuevo Estado, sin reservas de
    oro ni divisas, y con un país destruido y hambriento, aprovecharon para reponer una parte de las reservas perdidas.
    España compró entonces oro alemán procedente del expolio que el Tercer Reich había llevado a cabo en los países
    ocupados. Y en la tercera parte del libro, asistimos al último avatar del oro, el enfrentamiento con Estados Unidos y
    sus aliados, que consideraban ilegales aquellas compras y exigieron su devolución. Tras prolongadas negociaciones entre
    las autoridades españolas y los aliados, se restituyó una cantidad simbólica del oro adquirido. Pero en la década de
    1950 el oro comprado a Berlín terminó en manos de bancos norteamericanos, en garantía de los créditos que estos
    concedieron a la dictadura. Finalmente el oro que Negrín envió a Moscú se quedó en Rusia, y el oro que compró Franco y
    envió a Nueva York se quedó en la Reserva Federal.