• ESCRITORES A LA GREÑA

    ENVIDIAS, ENEMISTADES Y TRIFULCAS LITERARIAS

    MOREIRO, JULIÁN EDAF Ref. 9788441434981 Altres llibres de la mateixa col·lecció Altra llibres del mateix autor
    Según Max Aub, el hombre es el único animal que tiene malaleche. Este libro lo prueba, desvelando el per+ l menosfavorecedor de una larga serie de escritores españoles ylatinoamericanos de los siglos XX y XXI: en el trato con las musas,no es oro todo lo que reluce. Los textos reunidos son unaimpresi...
    Ancho: 170 cm Largo: 240 cm Pes: 250 gr
    Sota comanda (3 a 8 dies)
    18,00 €
  • Descripció

    • ISBN : 978-84-414-3498-1
    • Encuadernació : SENSE ESPECIFICAR
    • Data d'edició : 01/10/2014
    • Any d'edició : 2014
    • Idioma : ESPANYOL, CASTELLÀ
    • Autors : MOREIRO, JULIÁN
    • Nª de pàgines : 264
    • Colecció : CLÍO CRÓNICAS DE LA HISTORIA
    Según Max Aub, el hombre es el único animal que tiene mala
    leche. Este libro lo prueba, desvelando el per+ l menos
    favorecedor de una larga serie de escritores españoles y
    latinoamericanos de los siglos XX y XXI: en el trato con las musas,
    no es oro todo lo que reluce. Los textos reunidos son una
    impresionante antología del arte del vilipendio; entre la broma
    ocurrente y la maldad o el improperio, pasando por el desvarío,
    puede encontrarse lo más granado de una suerte poética que no
    suele + gurar en los manuales y que conforma una breve y
    deslumbrante historia de la literatura canalla.
    A+ lan aquí su pluma los nombres más destacados de los últimos
    ciento veinte años, desde Valle-Inclán a Javier Marías y Roberto
    Bolaño, pasando por Rubén Darío, Pío Baroja, Juan Ramón
    Jiménez, Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, Camilo José Cela o
    Francisco Umbral entre muchos otros. El ?Inventario de
    impertinencias? que cierra el volumen es un catálogo de pecados
    capitales y de pecadores que, en su desmedido afán por zaherir
    al prójimo, dejan sus miserias al aire.
    Escritores a la greña puede leerse de corrido, como si de una
    novela se tratara, sin que perjudique la salud del curioso lector;
    pero tal vez le cause pasmo que estos virtuosos del lenguaje se
    exhiban en actitudes tan desairadas. Motivos no faltan para darle
    la razón a Montaigne: ?Nadie está libre de decir necedades. Lo
    malo es decirlas con esmero?.